Por las calles

BAIRES EN COLECTIVO

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Hoy: Línea 97

Enero en Buenos Aires. Barrio de Villa Lugano.  Son las dos y cuarto de la tarde de un caluroso jueves. La temperatura, no obstante, no es agobiante. Mucha gente se ha trasladado hacia los lugares de veraneo. Los que se quedaron la ciudad, desde luego, conforman un universo más numeroso. Un puñado de ellos, va arriba del vehículo que avanza por Eva Perón y cruza Escalada. Una mujer y su pequeño hijo ocupan uno de los pares de asientos del lado derecho del pasillo. El nene, cansado, aburrido, o ambas cosas, se ha recostado sobre la falda de su madre. Además de los citados, son escasos los pasajeros que viajan en la unidad. Por ejemplo, hay un hombre con sobrero tejano que lo hace parado, en el medio, pues lleva un cochecito con un bebé.

Afuera, a la derecha, se divisa el rostro sonriente de Marley. Claro, no es el conductor de TV en persona sino su imagen, que representa publicitariamente a la cadena de supermercados Coto. “Más ofertas imposible, súper fin de semana”, avala Marley. Entre las sugerencias, aparecen las medialunas a un precio de 7.99 pesos (llevando una docena).

La extensa Eva Perón constituye una importante zona comercial, de  ambas manos. Entre tantos negocios, las estaciones de servicio cuentan con su espacio. En la pizarra de Axión, el litro de nafta está a 52.89 pesos. Unas cuadras más adelante, una estación de la firma Puma, lo vende exactamente al mismo precio.

El panorama se oscurece. De repente, nos cubre una sombra que no viene nada mal, a considerar por la temperatura que orilla los treinta grados. Pero nada será por unos instantes, lo que tarda el chofer en pasar por debajo de la Autopista 25 de Mayo. Llega una triste imagen: en el terraplén y utilizando la Autopista como techo, vive gente.

En el barrio de Parque Chacabuco, al que ingresó cuando traspuso Carabobo, el paisaje cambia. Las connotaciones de corte comercial de la avenida ya no están. Han sido sustituidas por una zona de características residenciales y un enorme espacio verde, de unos quinientos metros de extensión, que surge de la mano derecha. Se trata del Parque homónimo al barrio dentro del cual se halla. Al llegar al extremo del Parque, el colectivo abandona Eva Perón para tomar Emilio Mitre a la izquierda.

La mujer con su hijito ya bajaron. En los lugares que ocupaban, ahora están sentados dos jóvenes de unos veinte años. El muchacho que se ubicó junto al pasillo tiene un gusto por el dorado, atento a que porta reloj en la muñeca, cadena en el cuello y hasta auriculares, de ese color.

Desde los asientos del fondo llega una vocecita, la de una nena de no más de seis años que canta “Dame Fuego”, la canción popularizada por Sandro. Para hacerlo se vale de celular y auriculares, elementos que le cedió una señora (¿la abuela?) que viaja a su lado.

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