Para dirigirme hacia el centro de la Ciudad de Buenos Aires, me dirijo con el Ferrocarril Mitre desde la Estación Belgrano C hasta la Estación Retiro. Una vez en destino, desde allí comienzo a caminar por Avenida del Libertador hasta su intersección con San Martín, donde la traza de la avenida pasa a llamarse Leandro N. Alem. Precisamente, en esta esquina se encuentra la entrada del Hotel Sheraton Park Tower y pocos metros más adelante, comienzan las torres del complejo Catalinas Norte, predominantemente constituidas por oficinas. En el sector hay dos pequeñas calles que comunican las torres entre sí y con la avenida. Sus nombres son Carlos M. Della Paolera e Ing. Enrique Butty, siendo esta última, la que se usa para poder realizar el giro a la izquierda por Marcelo T. de Alvear.
Pocos metros más adelante está la Estación Catalinas del subte E, inaugurada en 2019 como parte de la prolongación de esta línea, desde su antigua cabecera en la Estación Bolívar, hasta Retiro. Decidí bajar las escaleras para conocer el lugar: quedé sorprendido con las amplias y modernas instalaciones; también, por el escaso movimiento de pasajeros, tal vez como consecuencia de no ser un horario pico (volví luego a la superficie). Las últimas torres en la cuadra de Leandro N. Alem se ubican entre Paraguay y Avenida Córdoba, donde se logra divisar una placa de homenaje, colocada en 1993 por Presidencia de la Nación, cuando se cumplieron los 10 años de democracia. Allí fue emplazada una estatua del Brigadier General Juan Bautista Bustos -con una placa en su homenaje- quien fuera Gobernador de la Provincia de Córdoba.
Al pasar por Córdoba y Alem, recordé que en dicha esquina funcionó una de las primeras estaciones de servicio YPF con expendio de GNC de Buenos Aires. La misma fue demolida. El terreno está ocupado ahora por nuevas torres, como la llamada “Alem Plaza”. Desde este lugar doblo a la izquierda por Córdoba; se observa que en su esquina con Eduardo Madero está la entrada a la Terminal Fluvial del Buquebus, que une Buenos Aires con Colonia y Montevideo, en Uruguay. También en este sitio comienza el Parque Lineal del Bajo -de cuyo cartel han desaparecido algunas letras-, que acompaña la traza del Paseo del Bajo, viaducto inaugurado en 2019. El mismo llega hasta empalmar con las Autopistas 25 de Mayo y Buenos Aires-La Plata.
En el mencionado sector hay varias dársenas utilizadas como terminal por las siguientes líneas de colectivos: 74, 99, 109, 140, 155 y 159. Todas, anteriormente tenían su cabecera en el Correo Central, actualmente CCK (Centro Cultural Kirchner), con el extraño detalle de que algunas líneas aún mantienen la antigua denominación que indica que terminan en el Correo Central.
A partir de este punto sigo caminando por Leandro N. Alem. Entre Córdoba y Viamonte está el Edificio “Alas”, cuya construcción finalizó en 1957. En su momento, fue el edificio porteño más alto. En la próxima cuadra, entre Viamonte y Tucumán, en la vereda opuesta, se encuentra el Ministerio de Trabajo de la Nación, escenario de constantes cortes de tránsito durante mi época de taxista. Las interrupciones eran producidas por los piquetes de distintas organizaciones sociales allí reunidas.
Al cruzar Tucumán está la Plaza Roma, en la que posee su cabecera uno de los ramales de la línea 4, que une este lugar con la Estación Liniers. Viendo el colectivo estacionado, me pregunté el motivo por el cual no habrá sido prolongado su recorrido un par de cuadras más, hasta las dársenas de la terminal de Córdoba y Leandro N. Alem.
Continuará…
Andrés Rosen