Por las calles

NI EL BARRIO ME DIGAS

Written by pwildau

Problemas que padecen los porteños: pasó acá, pero puede pasar en cualquier lado.
La Negra se levantó muy temprano. Apenas pasadas las 6 AM, como en cada día laborable, preparó el mate y la leche. Despertó a sus hijas y desayunaron juntas. Después de caminar hacia el colegio, siguió hasta la parada del colectivo para irse a trabajar. Empezaba a amanecer. La Negra esperó y esperó. Pasaron 15 minutos, quizás media hora… El colectivo no venía. Nunca había tenido que esperarlo tanto. Entre nerviosa y confundida, y luego de ver como un par de compañeros de parada se iban, también puso en marcha un plan alternativo: apurando el paso se dirigió hacia la parada de otra línea, distante a varias cuadras de donde transcurrió su infructuosa espera. Aquí sí, el colectivo apareció enseguida, aunque había transcurrido demasiado tiempo. Fastidiosa y ya resignándose a que llegaría tarde al trabajo, subió, sacó boleto y a bordo del vehículo, rumbeó hacia el centro porteño. Arribó con aproximadamente media hora de demora. Cuando explicó a qué se debió su retraso no le hicieron mayores problemas, pero superando su estado de nerviosismo, la asaltó la preocupación, porque con la misma línea que la había dejado de a pie, al mediodía debía trasladarse hacia otro de sus trabajos. Poco después, a través de su celular, se anoticiaba de que un sorpresivo paro de colectivos había dejado fuera de servicio a varias líneas del AMBA. La Negra supo entonces que a la salida, era otra la parada a la cual tenía que dirigirse.

Una historia más en la Ciudad

Apenas una historia más entre tantas, lo que le sucedió a la Negra en la mañana del viernes 7, es lo que seguramente la haya pasado a muchísima gente. En concreto, la sorpresiva huelga -no había sido anunciada- se debió a un atraso en los pagos a los choferes y abarcó a siete líneas de colectivos con recorridos por la Ciudad de Buenos Aires y parte del conurbano (19, 133, 140, 153, 184, 253 y 321) pertencientes a la empresa ERSA S. A. Los trabajadores tomaron la determinación de realizar el cese de actividades por 24 horas a partir de las 0 del viernes. Finalmente, no fue necesario que se cumpliera el plazo estipulado por los empleados, ya que cerca del mediodía la empresa depositó los pagos adeudados, la medida de fuerza fue levantada y se restableció el servicio.

Opiniones variadas

En las redes sociales del Grupo ERSA no se informó acerca del cese de actividades de los choferes ni tampoco hubo mención alguna con respecto a la reanudación del servicio. En internet, aunque no en los sitios pertenecientes a la empresa, sí se registraron publicaciones de usuarios. A la muestra de descontento por la medida de fuerza, y a las críticas a la empresa, se sumó quien manifestó que es por intermedio del paro, que los reclamos de los trabajadores son atendidos en tiempo y forma por los empresarios.

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