Por las calles Yo Digo

UN MUNDO AMARILLO Y NEGRO

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En 1983, se acercaba el momento de recuperar el gobierno democrático, después de siete años de dictadura militar. La sensación que me producían los comentarios de los pasajeros del taxi, era la siguiente: en la Ciudad de Buenos Aires la mayoría de la gente pensaba votar a Raúl Alfonsín, candidato presidencial de la UCR, contrariamente a la opinión generalizada, que pronosticaba la victoria de Ítalo Argentino Luder, que se postulaba encabezando la fórmula Justicialista. Ambos espacios políticos, realizaron sus actos de cierre de campaña en la Avenida 9 de Julio, ante una multitud estimada en un millón de asistentes. Previamente, la Unión Cívica Radical había convocado muchísimos adeptos en el estadio de Ferro Carril Oeste, en Caballito, centro geográfico de la Capital Federal. Finalmente, la votación del 30 de octubre arrojó como resultado la victoria radical.

La profesión de taxista funcionaba como un termómetro de la situación económica y social del país. Otro ejemplo: en momentos de expansión del consumo, o sea, cuando la gente tenía más dinero en el bolsillo, aumentaba el trabajo, lo que se ponía de manifiesto, especialmente, en el horario pico, con la salida de la gente de las oficinas del centro, aproximadamente entre las 17.30 y 19.30 hs. Los acontecimientos de este tipo se acentuaban los viernes, día en que se producía el fenómeno de potenciales pasajeros buscando autos, sin éxito, ya que la gran mayoría, estaban todos ocupados. Por el contrario, en épocas de recesión o después de un aumento de tarifa, había muchos taxis circulando vacíos. Entonces, mi estrategia era la de llegar a las esquinas mencionadas (Avenida Corrientes y 25 de Mayo, Tucumán y Florida, y Diagonal Norte y Florida), para detenerme y esperar la llegada de eventuales pasajeros. Esto se potenciaba, sobre todo, en los meses de enero, pues a la gran cantidad de gente que salía de vacaciones, se agregaba la feria judicial que paralizaba por completo la zona del Palacio de Tribunales, en Talcahuano entre Lavalle y Tucumán, y sus alrededores.

En 1984 comenzaron a llegar buenas noticias para los taxistas, ya que se aprobó el uso del Gas Natural Comprimido en lugar de la nafta combustible. Era mucho más económico y, por lo tanto, muy ventajoso para el desarrollo de la actividad. En 1985 instale el equipo de GNC. Recuerdo que las primeras estaciones de servicio expendedoras estaban ubicadas en Avenida Amancio Alcorta, frente a la cancha de Huracán; en Avenida General Paz y De los Constituyentes (del lado de Provincia), junto al gigantesco gasómetro; en Avenida Córdoba entre Eduardo Madero y Leandro N. Alem; y en Avenida Córdoba y Bonpland.

Había entonces pocos lugares para cargar gas en relación a la gran cantidad de taxis que adoptaban el nuevo combustible. En consecuencia, se formaban largas filas, siendo de tres horas y cuarenta y cinco minutos, el tiempo máximo que me tocó esperar hasta ser atendido.

Por mi condición de taxista, otro suceso inolvidable de aquella década fue la inundación provocada por la lluvia record de 300 mm en un solo día. Fue el 31 de mayo de 1985. Salí a trabajar normalmente, a la mañana, suponiendo que la precipitación amainaría, pero no fue de esta manera. Para regresar a mi domicilio, en Belgrano, tuve que estacionar el auto en una calle de Palermo y después cruzar caminando con el agua por encima de las rodillas por debajo del Puente Pacifico, donde había desbordado el arroyo Maldonado, entubado bajo la Avenida Juan B. Justo. Ya al llegar a la esquina de Luis María Campos y Dorrego, pude tomar un colectivo para volver a mi casa. Los otros arroyos entubados que provocaban permanentemente inundaciones eran el Vega, bajo la calle Blanco Encalada, y el Medrano, que corría por debajo de García del Río.

De esos años de la década del 80, recuerdo como mi pasajero más admirado, a la señora Magdalena Ruiz Guiñazú, que tenía su programa radial por la mañana, audición de la cual yo era asiduo oyente.

Esta etapa de mi vida se cerró en 1990 y comenzaría otra historia…

Andrés Rosen

Foto: la Avenida Santa Fe en el temporal del 31 de mayo del ’85 (Revista Colectibondi).

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