Desde la esquina de Corrientes y Estado de Palestina comienzo a caminar por esta última calle por dos cuadras hasta Perón. Está emplazado allí el Hospital Italiano, icónica institución del barrio de Almagro, inaugurado en 1872. Tiene su entrada principal en Perón 4190 y además hay otros accesos sobre esta misma calle y sobre Potosí, a una cuadra de distancia, mientras que la antigua entrada por Gascón fue clausurada varios años atrás.
Desde allí regreso hasta Corrientes, avenida por la cual prosigo caminando y paso, entre Palestina y Gascón, al 4261, frente a un edificio que me llamó mucho la atención: en él funcionan tres escuelas: el Normal 7 “José María Torres”, la Escuela de Comercio 8 “Patricias Argentinas”, y el Comercial 25 “Santiago de Liniers”. En la siguiente cuadra, al 4180, está la Clínica del Sindicato de Pasteleros. En la esquina de Corrientes y Francisco Acuña de Figueroa, en un enorme predio donde hasta 2003 funcionaba el Mercado de las Flores, se instaló desde 2004 la Iglesia Universal del Reino de Dios, quedando en los alrededores, con epicentro en la esquina de Sarmiento y Acuña de Figueroa, un pequeño polo comercial con varios establecimientos dedicados a la venta de flores.Sobre Acuña de Figueroa, me sorprendió la presencia de dos carteles, pidiendo no ensuciar la vereda y no apoyar los pies en la pared. Inmediatamente llego a Corrientes y Medrano, por la cual doblo a la derecha, pasando al 522, frente a la sede social del Club Almagro, institución fundada en 1911. En la próxima esquina, Sarmiento, doblo a la izquierda, hasta la intersección con Salguero, donde se ubica la Plaza Almagro, el único espacio verde del barrio. Aquí, me llamaron la atención dos cosas: la primera, un curioso cartel con la leyenda “Area de Estar”; la otra, el funcionamiento en la plaza de una especie de biblioteca ambulante. Entre tantas cosas, también hay un gran mástil con un monumento a la Bandera Argentina, un busto sin identificación que aparentemente es de José de San Martín en la ancianidad, una calesita, juegos infantiles, una cancha de básquet, y mesas de ajedrez y ping pong.
Desde la Plaza Almagro retomo mi camino hasta Medrano. Doy vuelta a la izquierda y en la vereda me encuentro (en la intersección con el pequeño Pasaje Inca, frente a un restaurante), con la estatua de un toro de color blanco. Posteriormente, en la esquina de Bartolomé Mitre, hay un espacio de cemento con juegos infantiles. Luego, al llegar a Rivadavia, está la tradicional confitería “Las Violetas”, establecimiento que ha sido declarado patrimonio histórico. Inaugurado en 1884, en sus muros se pueden apreciar varias placas de homenaje.
A continuación cruzo Rivadavia, avenida a partir de la cual Medrano pasa a llamarse Castro Barros. En el número 75 está la Federación Argentina de Box, fundada en 1920, mientras que al llegar a la esquina de Don Bosco, precisamente se ve una estatua del sacerdote y educador italiano, fundador de los Salesianos. Este es el comienzo de la manzana donde funciona el Instituto Educativo Pío IX. Sigo caminando por Don Bosco: en su esquina con Yapeyú, un cartel recuerda que en 1950 la Municipalidad le dedicó esta calle a los 75 años de que el sacerdote estableciera su obra en la Argentina. Al 4050 de Don Bosco, está el Jardín Maternal María Margarita, con un cartel que dice que allí funcionó la primera Escuela de Artes y Oficios de Argentina. A la misma asistieron Ceferino Namuncurá, Carlos Gardel y Arturo Illia, entre otros.
Finalmente me acerco a la esquina en la cual confluyen Hipólito Yrigoyen y Rivadavia, y donde además se encuentra el emblemático Palacio Raggio, construido en 1924.
Andrés Rosen