¿CUÁL SERÁ EL SEGUNDO NOMBRE?

Foto: un cartel señalizador de Joaquín V. González, cuyo segundo nombre era Víctor.

Existe aproximadamente un centenar de calles de Buenos Aires, que a través de las cuales se homenajea a personas cuyo segundo nombre, se encuentra abreviado con la letra inicial, seguida de un punto. El vértigo de lo cotidiano, impuso su sello a tal punto que los porteños se hayan acostumbrado a la sigla luego del primer nombre. Cuando esto se verbaliza, la mayoría de las veces se menciona nada más que el apellido; en otros, el primer nombre seguido del apellido. Y hay circunstancias donde se pronuncia el primer nombre, la inicial del segundo, y finalmente el apellido.  Marcelo T. de Alvear es seguramente el caso más emblemático. Si hasta para ahorrar palabras se suele decir Marcelo, (sólo) la T del nombre siguiente, y al apellido, se lo ignora por completo.

Los carteles señalizadores no contribuyen a terminar con el olvido, dado que en raras oportunidades (quizás ninguna) se escriben los segundos nombres de manera íntegra. En esta nota, en cambio, se pretende sacarlos del anonimato en el que han caído por imperio de la vorágine urbana y/o de la decisión de los encargados de nomenclar las calles, de cercenarlos con un punto.

Cabe aclarar, que existen casos donde sí están contemplados los segundos nombres. Los mismos no figuran en el cuadro de esta nota. Varias arterias, también, presentan iniciales pero sus nombres no pudieron ser descifrados. Igualmente, se los ha hecho figurar en el cuadro y en sucesivas notas, se abordará particularmente sus casos. En una mínima cantidad de arterias, es el primer nombre del homenajeado el que permanece “oculto”: esto se aclara en las observaciones del cuadro.