Esta semana se ha hablado de las barrabravas como quizás no ocurría desde hace un tiempo prolongado. Los graves disturbios frente al Congreso de la Nación, protagonizados por miembros de hinchadas de fútbol, entremezclados entre los jubilados y militantes que realizaban sus marchas habituales, tiñeron de violencia la jornada del miércoles. Los terribles enfrentamientos con la Policía generaron destrozos en la zona y una gran cantidad de heridos, entre ellos, un fotógrafo independiente que debió ser operado con riesgo de vida, tras sufrir un golpe en la cabeza. Aunque en los escenarios futbolísticos las barras no suelen exhibir lazos de unión, en esta ocasión se aliaron sin mayores dificultades para ejercer una demostración de fuerza ante el Gobierno nacional, el actual objetivo de sus airados reclamos.
Sin embargo, no ha sido el primer episodio “barrabrava” de la semana. Hubo otro que, sucedido horas antes, no tuvo tanta repercusión como los descomunales enfrentamientos frente al Congreso. Esta situación tuvo lugar en ámbitos judiciales, e involucró a un violento grupo identificado con los colores de Huracán, cuyos integrantes fueron sancionados con una prohibición para entrar a la cancha de cuatro años. De esta manera consta en un informe difundido por la Policía de la Ciudad. “El grueso de la barra brava de Huracán, dividida en dos facciones antagónicas, se quedará hasta cuatro años sin poder entrar a las canchas de la Ciudad de Buenos Aires, según resolvió hoy el Ministerio de Seguridad porteño, como medida punitiva por los incidentes durante el clásico ante San Lorenzo que se jugó el 23 de febrero en Parque Patricios, y por el enfrentamiento que protagonizaron en Nueva Pompeya en los últimos días”, indica el parte del comunicado.
En otra sección de la información, se dice: “Entre los que fueron sancionados con 48 meses de prohibición para ir a las canchas figura Claudio De Respinis, alias ‘Conejo’ o ‘Cone’, líder de la barra oficial del club. Las resoluciones, que involucran a 78 barras bravas, fueron dispuestas por la Subsecretaría de Seguridad Ciudadana y Orden Público a instancia de la solicitud del Comité de Seguridad en el Fútlbol de la Ciudad. Además del ‘Cone’, otros 47 barras fueron sancionados con la máxima inhabilitación de cuatro años de derecho de admisión. El resto de las sanciones abarcan, dos años de inhabilitación para tres barras, un año año para 18 hinchas y tres meses para otros 11. La medida fue adoptada en base a la Ley 5847 sobre Régimen Integral en Eventos Futbolísticos, que habilita al Ministerio a fijar derecho de admisión hasta 48 meses, para preservar la integridad física del público”.
Sabido es que desde hace mucho tiempo, está vedado el ingreso de parcialidades visitantes en los estadios de la Argentina. A pesar de ello, la violencia no desapareció del fútbol, siendo moneda corriente, que los enfrentamientos internos sean hoy los que predominen en el mundo de las hinchadas. Con respecto a Huracán, fueron 70 los barras sancionados “por los incidentes que se produjeron en una de las tribunas del estadio Tomás Adolfo Ducó durante el clásico con San Lorenzo. Además de las detenciones que se produjeron ese día, con posterioridad otro grupo menor fue identificado a través de las imágenes captadas por la Unidad de Coordinación Operativa y por las brigadas de video operativo de la División Exteriores de Video de la Policía de la Ciudad. El caso quedó a disposición de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas 8”, consignó el informe.
A propósito de los choques internos de la afición “quemera”, esta se trasladó a las calles horas después del clásico con San Lorenzo. “En el marco de las disputas de la barrabrava de Huracán, el viernes último hubo detonaciones de armas de fuego en Pio Mujica y Corrales, en Nueva Pompeya, en el que resultó un Volkswagen Bora con dos impactos de bala. Por ese hecho, personal de la Comisaría Vecinal 4 B de la Policía de la Ciudad identificó a ocho personas, entre ellos el Cone y su hijo que fueron detenidos el domingo último”, cerró el comunicado, en el cual se acompañaron fotos. Una de ellas, tomada tras el último enfrentamiento en la vía pública, es la que ilustra esta nota.
