Por Romina Linares
También conocida como Casa Colectiva Parque Los Andes, es un conjunto de viviendas construidas por la Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires en el barrio de Chacarita, frente al espacio verde homónimo. Fue construido entre las calles Leiva, Rodney, Concepción Arenal y Guzmán. La idea del proyecto y la dirección de la obra fueron realizadas por el arquitecto rosarino Fermín H. Bereterbide.
Su inauguración tuvo lugar en 1928, tras una construcción que se extendió por 16 meses. Cuando se inauguró, pocos fueron los que quisieron ir a vivir allí, ya que la obra se encontraba muy próxima al arroyo Maldonado, que ante una creciente, solía inundar este barrio como así también el de Villa Crespo.

Enfrente de la Casa Colectiva se hallaba la “Quema”, visitada por cientos de personas, con carros tirados por caballos, que depositaban a diario toneladas de basura. Con el Cementerio de la Chacarita también muy cercano, hasta entrados los años ’30, la zona carecía de población abundante, situación muy diferente a la actualidad, dada la seguridad y espacios verdes con los que cuenta.
En el proyecto, tuvo en principio el nombre de “Gamma”, porque era el tercero de un grupo de emprendimiento inmobiliarios. Los otros dos se denominaban “Alfa” y “Beta”, pensados para Palermo y Flores. Sin embargo, éstos no se llevaron a cabo. El barrio Parque Los Andes consiste en doce cuerpos de diez metros de ancho cada uno, planta baja y tres pisos altos. Son totalmente independientes y están separados por espacios de circulación. El espacio libre terminó representando el 63 por ciento de la superficie del terreno, ocupado con tres patios (el central con una fuente de agua), arboledas y juegos infantiles.

La distribución de los ciento treinta departamentos fue denominada “alveolar”, dado que éstos se ubicaron a lo ancho de los edificios, con las habitaciones hacia un lado y los servicios hacia el otro, permitiendo la ventilación y la independencia de las unidades, separándolos mediante escaleras de mármol o dobles muros de ladrillo hueco.
Se hicieron 23 locales comerciales, con dos habitaciones cada uno. Además, se sumaron un pequeño salón de espectáculos (concebido para alojar un teatro, un cine, una biblioteca, dictado de clases, conferencias), un jardín de niños y un subsuelo. Con el paso de los años, aquellos locales fueron convirtiéndose en nuevas viviendas o dependencias.
El barrio tiene una administración vecinal, con presidente, vicepresidente y secretario, que trabajan ad honorem, al igual que las comisiones, también integradas por copropietarios. El gobierno del Parque Los Andes se complementa con 17 delegados, uno por cada edificio.

Allí “lo colectivo persiste” y se consideran con espíritude “puertas abiertas”. Lo solían visitar varias veces al año estudiantes de arquitectura y se realizaban recorridos guiados para particulares, previamente a la pandemia. Por otra parte, se efectuaba anualmente el Open House Buenos Aires, un evento organizado por la Ciudad, que invitaba a conocer edificios históricos, entre los cuales se encontraba el Barrio Parque Los Andes.
Suele ser, también, un ámbito en donde se filman desde publicidades hasta películas. Por ejemplo, se lo hizo con una publicidad de una bebida -con el Emanuel Ginobili como personaje protagónico- y comerciales de chicles y tarjetas de crédito.
También la película nacional “Motivos para no enamorarse”, protagonizada por Celeste Cid y Jorge Marrale, se rodó en su interior.