¿Qué destino tienen los celulares robados? Este es un interrogante que a lo mejor se haya formulado más de uno. Que la cantidad de teléfonos obtenidos en asaltos alcanza cifras muy importantes es un dato que no escapa al entendimiento general. Luego de sufrir un robo, un damnificado podría imaginar que su celular termine siendo vendido en el mercado negro. Un tercer paso, sería el de poder confirmarlo. Lo que sucedió en una galería porteña, constituye un indicador elocuente de cuáles son las rutas que siguen los aparatos robados.

“Un total de 137 celulares, computadoras, tablets y cientos de chips fueron secuestrados y locales de telefonía clausurados, durante un allanamiento realizado por la Policía de la Ciudad en la galería ‘La Juanita’, en Once, en el marco de una investigación por un robo”, dice un informe de la fuerza porteña, en referencia al sector de CABA conocido por ese nombre, aunque oficialmente denominado Balvanera.

El comunicado aportó una noticia que raya lo insólito: “Varios de los aparatos fueron descubiertos por los oficiales en pavas eléctricas, dispenser de agua, o detrás de heladeras”. Y añadió precisiones de cómo empezó el procedimiento que culminó con el desenlace relatado líneas arriba: “Todo se inició a partir del robo de un celular en una de las bocas de acceso al subte en Plaza Miserere, y de acuerdo a la geolocalización el teléfono se hallaba en una galería de la recova de la avenida Pueyrredón, casi esquina Rivadavia. El personal de la División Investigaciones Comunales 3 (DIC3) hizo una averiguación en la zona donde apuntaba el geolocalizador y se encontraron con una galería con negocios de venta de ropa y ocho locales de reparación y venta de celulares”.

El espacio donde escondían los elementos robados se hallaba enmascarado detrás de ofrecimientos para reparar aparatos. “De acuerdo a la tarea de campo que hicieron los detectives, afuera del comercio sujetos ofrecen servicio de reparación de celulares pero en realidad lo que hacen es proponer venta de celulares, de la marca y modelo que requieran, y pactando la entrega en esos locales para el día siguiente y en el horario que el vendedor determine, presuntamente para tener el teléfono exacto que desea el comprador”, señaló el comunicado.

El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°41, a cargo del Dr. Edmundo Rabbione, Secretaría N°110 del Dr. Matías Álvarez, es el que dio la orden de allanamiento en la galería. “En la requisa, los oficiales hallaron celulares ocultos en sitios inusuales como pavas eléctricas, mochilas de inodoros, tachos de basura de los pasillos comunes de la galería y hasta en una bolsa en la escalera que conducía a una planta superior de acceso libre, donde con autorización judicial encontraron una notebook con un teléfono conectado corriendo un software de hackeo, además de más dispositivos sin documentación”, apuntó la Policía, agregando que el total de lo secuestrado ascendió a 137 teléfonos celulares (incluidos 53 iPhone, 45 Samsung, 28 Motorola, entre otras marcas), seis tablets, dos notebooks y 600 chips de telefonía móvil y tres dispositivos POSNET de cobro electrónico. Los locales fueron clausurados y se secuestraron los teléfonos. “Del operativo 17 personas resultaron identificadas, uno de ellos —de nacionalidad peruana— tenía pedido de paradero y comparendo vigente por una causa federal por infracción a la Ley 25.891 en trámite ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°4, a cargo del Dr. Ariel Lijo”, indicó el comunicado. También, que se resolvió que se informe al Dr. Lijo de la nueva causa, sin tomar medidas restrictivas. Y agregó: “Otra persona que fue identificada resultó ser el encargado de la galería  cuyos datos se encuentran vinculados a la denuncia de otro  IPhone sustraído, del cual se realizó una transferencia por la aplicación de Mercado Libre, surgiendo sus datos”.

Por otra parte, se dio a conocer un hecho vinculado a dos sustracciones de celulares: “Mientras se realizaba el procedimiento se presentó otra víctima que había denunciado el robo de su iPhone 15, cuyo número de IMEI coincidía con uno de los dispositivos secuestrados. Otro teléfono llevaba una etiqueta con la leyenda ‘Robado +Nº de teléfono’; al contactar ese número, respondió una mujer que confirmó que pertenecía a su hermano, a quien se lo habían sustraído”.

Foto: Policía de la Ciudad.

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