Por lo menos una veintena de calles porteñas homenajean a periodistas. En este artículo, se resaltará a dos esos tantos profesionales cuya labor mereció un reconocimiento en el trazado de Buenos Aires.
Juan Hipólito Vieytes (1762-1815) ha sido considerado como el primer periodista criollo, por ser el director del periódico Semanario de Agricultura, Industria y Comercio, que se publicó entre 1802 y 1807, con 218 ediciones, solo interrumpidas durante tres meses, con motivo de la primera de la Invasiones Ingleses.
Además, Vieytes combatió en las famosas Invasiones y, era propietario, junto con Nicolás Rodríguez Peña, de una fábrica de jabones (“la jabonería de Vieytes”), que hizo historia porque en el local –que estaba en lo que hoy sería México a la altura del 1500-, se reunían los ciudadanos interesados en la formación de un gobierno patrio que no dependiera de la corona española, hecho que finalmente se concretaría el 25 de mayo de 1801.
Vieytes también fue redactor del Correo del Comercio; y en la llamada Junta Grande, reemplazó en el cargo de secretario, a Mariano Moreno, fallecido en alta mar en 1811.
La calle que lo homenajea se encuentra en el barrio de Barracas. Comienza en la Avenida Suárez, finalizando doce cuadras después, en la Avenida Don Pedro de Mendoza, frente a la costa del Riachuelo.

El otro periodista al que se hará referencia es Francisco Antonio Cabello y Mesa, nacido en 1764 y fallecido, según datos no confirmados, en 1824. Si bien la publicación que fundó, el Telégrafo Mercantil, Rural, Político, Económico e Historiógrafo del Río de la Plata, es el primer periódico de todos (apareció en 1801), Cabello era español, por lo que la condición de primer periodista criollo está correctamente adjudicada a Vieytes. Este medio gráfico, en contraposición al recién mencionado, tuvo una vida más corta, ya que dejó de salir al año siguiente, tras ciento diez ediciones.
En Lima, Cabello también había sido fundador del Diario Curioso, Erudito, Económico y Comercial, la primera publicación periodística sudamericana.
Diez cuadras tiene la calle que lo homenajea. Siempre dentro de los límites de Recoleta, comienza en Ortiz de Ocampo, terminando su recorrido en República de la India, frente a uno de los laterales del ex Jardín Zoológico.