En esta oportunidad me dirigí a Villa Urquiza, tomando el colectivo 114 desde Barrancas de Belgrano. ¿El recorrido? Juramento, Arcos, Monroe… Desciendo en Monroe después de cruzar la Avenida Triunvirato y estoy frente a la Estación General Urquiza del Ferrocarril Mitre, ramal a José León Suárez. Luego cruzo las vías. En ese lugar, en la antigua casilla del guardabarreras, funciona el Rotary Club de Villa Urquiza.
En la esquina de Triunvirato y Franklin Roosevelt está la sede barrial del Banco Nación. Desde allí camino hacia la izquierda por Roosevelt; sobre esta calle hay varias canchas de pasto sintético que forman el Complejo Deportivo Urquiza Fútbol. Además se encuentra una de las bocas de entrada de la Estación Juan Manuel de Rosas del Subte B. También, el antiguo túnel peatonal que cruza la traza ferroviaria.
En ese punto giro y retomo Roosevelt en dirección opuesta, cruzando Triunvirato, donde hay un poste indicando que nos encontramos a 1840 km de las Islas Malvinas. Funciona allí una de las estaciones de Eco Bici del Gobierno de la Ciudad. De inmediato llego a la esquina de Díaz Colodrero. Se ve un patio deportivo y está la Plaza Jorge Casal, así llamada en homenaje al cantor de tango que nació y vivió en el barrio.
Vuelvo entonces hacia Triunvirato, por la cual doblo a la derecha, pasando frente a la escuela Juana Manuela Gorriti. Luego, en la intersección con Cullen, está la Parroquia Nuestra Señora del Carmen. En un muro hay una placa de 1996, referida al centenario de su creación, y otra de 2014, recordando los 127 años de la fundación del barrio. En la esquina de Pedro Ignacio Rivera, se erige el Colegio Número 12, el “Reconquista”, mientras en la Plaza Echeverría –también de Triunvirato y Rivera- hay placas de 1987 -recordando el centenario del barrio-, de 1977 -al cumplirse los 90 años- y un cartel con el escudo de Villa Urquiza.
Quiero destacar algo que me llamó especialmente la atención: un banco pintado de rojo con la inscripción “Ni golpes que hieran, ni palabras que duelan”. Forma parte de la campaña para dar visibilidad a la violencia de género y los femicidios. En el centro de la Plaza Echeverría se aprecia un monumento a Urquiza y otro homenajeando al cantante Enrique Pil Chalar, nacido en el barrio.
En la esquina de Triunvirato y Nahuel Huapi, está la escuela Coronel Olavarría, en tanto, en la intersección con Tomás Le Breton hay un pintoresco bar en una casa pintada de rojo y negro, llamado “Chelsea Horror Hotel”. En esta misma esquina, donde Triunvirato se une con Bauness, está la Plazoleta Villa de las Catalinas, con su correspondiente placa que recuerda la antigua denominación del barrio. Y hay un mástil, erigido por el vecindario en 1936: conmemora el cuarto centenario de la fundación de Buenos Aires. Tiene a su alrededor imágenes de Justo José de Urquiza, de Manuel Belgrano, y del juramento y bendición de la bandera nacional.
Finalmente regreso por Triunvirato, pasando por el centro comercial del barrio. Se observa en la parte superior de un edificio la antigua inscripción “Mercado Urquiza”. Arribo inmediatamente a Olazábal, donde otra vez en el 114, regreso al punto de origen del viaje.
Andrés Rosen