Zapiola entre Matienzo y Concepción Arenal. Esta cuadra, que muchas veces es noticia por la gran cantidad de basura que impunemente vuelcan y derraman allí ciudadanos inescrupulosos, en diciembre de 2014 fue protagonista por otra causa. En la madrugada del 25, es decir, ya entrada la Navidad de ese año, un automóvil que circulaba contramano se incrustó debajo de uno de los inmensos acoplados que suelen “dormir” en este lugar y cuadras adyacentes.
Al parecer, el dueño del Peugeot 308 no se dio cuenta de que estaba circulando en sentido contrario. La escasa iluminación de la zona no lo ayudó, aunque es inexplicable que el conductor haya recorrido casi cien metros sin enterarse y, lo que es más increíble aún, que se haya ido debajo del acoplado estacionado sobre el cordón.
Lo que le dio al caso carácter anecdótico y no de tragedia, es que quien manejaba y su acompañante, salieron completamente ilesos, algo que resulta -considerando el estado del auto- más inverosímil todavía. Pero a Dios gracias, eso fue exactamente lo sucedido. En una de las fotos, observamos al conductor, al día siguiente, haciendo una inspección ocular, varias horas después del insólito accidente y probablemente repuesto del shock sufrido algunas horas atrás. De todas maneras , intuimos que el susto no se lo sacó así nomás.
Días más tarde, se llevaron el vehículo.
