Con el avance de los vehículos eléctricos y los dispositivos portátiles, la seguridad urbana enfrenta desafíos inéditos. En ese contexto, el Instituto Superior de Seguridad Pública (ISSP) organizó una jornada abierta de formación sobre los riesgos vinculados al uso del litio, dirigida a integrantes de los Bomberos de la Ciudad, personal de Emergencias, estudiantes y representantes de diversas instituciones especializadas.

De acuerdo a un comunicado emitido por el Ministerio de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, el encuentro se desarrolló en la sede del ISSP y se centró en los procedimientos de prevención, respuesta y mitigación ante incendios originados por baterías de iones de litio, un tipo de energía cada vez más habitual en automóviles eléctricos, monopatines, scooters y equipos electrónicos.

Durante la denominada “Jornada de Gestión de Riesgos en Movilidad Eléctrica”, los Bomberos porteños exhibieron los protocolos y herramientas específicas con las que cuentan para enfrentar emergencias relacionadas con baterías de litio. Entre ellas se destacó el agente extintor F500, desarrollado para neutralizar incendios de esta naturaleza. En la parte práctica, los asistentes pudieron presenciar su aplicación y comprobar cómo este componente encapsulador reduce la propagación del fuego y disminuye su temperatura, lo que refuerza la necesidad de entrenamientos continuos en este campo.

El litio –indicó el comunicado- se ha convertido en un material clave para la transición hacia una movilidad sustentable y para el funcionamiento de la mayoría de los dispositivos tecnológicos modernos. Sin embargo, su alta densidad energética también conlleva riesgos. Cuando una batería sufre daños, perforaciones o sobrecargas, puede producirse un incremento abrupto de la temperatura que desemboque en un incendio o incluso en una explosión.

Según el Ministerio, los especialistas advierten que este tipo de fuego es especialmente complejo de extinguir, ya que tiende a reactivarse incluso después de haber sido aparentemente controlado. Por ello, se recomienda mantener prácticas seguras: evitar la exposición a fuentes de calor o humedad, no dejar los equipos conectados durante toda la noche, realizar las cargas en espacios ventilados y emplear únicamente cargadores originales o certificados por el fabricante. Asimismo, resulta fundamental revisar periódicamente el estado físico de las baterías, evitar los golpes o deformaciones y no intentar repararlas de manera casera. Una manipulación incorrecta puede provocar cortocircuitos, sobrecalentamiento y la liberación de gases inflamables.

Opinan los expertos

“El interés por este tema surgió hace dos años, cuando observamos en Brasil el grado de desarrollo que habían alcanzado en la prevención de incendios provocados por autos eléctricos. Desde entonces, trabajamos para que el Cuerpo de Bomberos de la Ciudad esté preparado”, explicó Juan Carlos Moriconi, jefe del Cuerpo de Bomberos de la Ciudad. Por su parte, el director del ISSP, Javier Martín López Zavaleta, celebró la iniciativa. “Nos enorgullece haber sido el ámbito donde se empiece a debatir sobre estos nuevos riesgos. El litio representa el futuro de la movilidad, pero también impone una nueva responsabilidad en materia de seguridad pública”.

Las declaraciones de Moriconi y López Zabaleta fueron también reflejadas en el comunicado del Ministerio, al igual que las del doctor Jorge Ponce, abogado a cargo del Observatorio Metropolitano de Seguridad Pública, quien señaló que “las baterías de propulsión eléctrica ya forman parte de nuestra vida cotidiana, y por eso es fundamental capacitarse para actuar con rapidez y eficacia ante emergencias de este tipo”.

Foto: un instante de la capacitación del ISSP (Ministerio de Seguridad de CABA).

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