El Huracán del ’73, paso a paso.
Foto principal: Huracán del ‘72 dio muy buenos espectáculos y se hizo acreedor a una más que digna colocación en la tabla. Parados: Marcos Pereira, Brindisi, Avallay, Babington y Larrosa. Hincados: Cantú, Zanotti, Basile, De Rienzo, Russo y Roganti. Ya pueden observarse varios de los futbolistas que un año después se consagrarían campeones.
El fantástico Huracán del ‘73 acaso haya sido uno de los más grandes equipos de todos los tiempos. Pero contra lo que muchos suponen, su creación no fue repentina. En las temporadas anteriores ya hubo indicios de que se estaba ante un equipo que no sólo había logrado buenos resultados, sino que además practicaba un fútbol cuya belleza no pasaba inadvertida. Ni para los propios seguidores del Globo, ni para el hincha en general.
En el Metropolitano ‘72, el elenco dirigido por César Menotti -que había asumido en mayo del ‘71- salió tercero, a nueve puntos del campeón, San Lorenzo, equipo al que Huracán consiguió vencer cuando los azulgranas dirigidos por Juan Carlos Lorenzo, eran realmente poderosos.
Luego, en el Nacional del ‘72, el Globo no clasificó para las instancias finales, aunque de todas maneras obtuvo un meritorio cuarto puesto en su grupo, que se hallaba compuesto por trece competidores.
Pero ya en 1971 el equipo había dado muestras de mejoría, en relación al pobre comienzo que tuvo bajo la conducción de Osvaldo Zubeldía y su ayudante Carlos Bilardo. Al llegar Menotti, flexibilizó el esquema ultradisciplinado que había intentado imponer su antecesor, introduciendo además un cambio de 180 grados en la filosofía de juego. Los cambios arrojaron un saldo positivo y Huracán, que llegó a estar último, terminó en mitad de tabla, y hasta se dio el lujo de conseguir el resultado más sorprendente del año, ganándole a Vélez -que iba puntero- en la última fecha y quitándole la chance de ser campeón. Independiente lo superó en la tabla y dio la vuelta olímpica.
GLOBITO MODELO 73
Satisfechos con el trabajo del director técnico, los dirigentes no demoraron en ratificarlo para la temporada venidera. Entrenador y Comisión Directiva se abocaron, entonces, a la conformación del plantel para el Metro ‘73.
La clara intención de Menotti era mantener la base futbolística que tan buen rendimiento tuviera en los meses anteriores, y adosarle los refuerzos necesarios para no ceder protagonismo en la lucha por los primeros lugares. Si bien el propósito de estar prendidos en la pelea era más que firme, aún la palabra campeón era considerada demasiado pretensiosa en aquellos primeros días enero, en los que el equipo estaba listo para partir hacia la tradicional pretemporada marplatense.
Con respecto a nombres, ya había algunas cuestiones definidas. Por ejemplo, no continuarían en el club Zanotti (fue a Gimnasia), De Rienzo (a Chacarita) y Roberto Cecilio Cabral. Este último jugador, de promisorias aptitudes, fue transferido a Rosario Central. A cambio, llegarían de la entidad canalla dos defensores, muy útiles para los planes de Menotti: el marcador central Alberto Fanesi y el lateral izquierdo Jorge Carrascosa.
En Mar del Plata se agregaron algunas caras nuevas más: el sanjuanino Del Valle, procedente de Desamparados; Nelson Pedro Chabay, quien quedó libre de Racing luego de una prolífica etapa en la institución de Avellaneda; y un pibe santiagueño que llegó de Defensores de Belgrano con mucho menos ruido que los demás. A pesar de provenir de un equipo de la «C», Huracán había tenido que pulsear hasta último momento con Independiente, que también lo pretendía. Su nombre era René Orlando Houseman.
En relación a otros clubes, la erogación que realizó el de Parque Patricios fue por demás, modesta. Las vedettes de la temporada fueron, por ejemplo, las fastuosas incorporaciones de Chupete Guerini a Boca, la Chiva Di Meola y Enrique Wolff a River o el uruguayo Montero Castillo a Independiente. Por este último pase -el más caro del verano- los Rojos desembolsaron 50 millones de pesos de la vieja moneda nacional. Muy lejos estaban los virtuales 20 millones que a Huracán le costó la dupla Fanesi-Carrascosa. Virtuales, porque en realidad nunca se hicieron efectivos, ya que ambos jugadores fueron recibidos en parte de pago por Cabral, que estaba tasado en 30 millones. Aparte, Central le abonó al Globo 15 millones más.
Por el chico Houseman, se pagaron cinco millones, que serían diez más en caso de adquirirlo definitivamente.
VERANO EN LA FELIZ
La pretemporada en Mar del Plata sirvió para hacer la puesta a punto. Al mismo tiempo, se confirmó la participación en el tradicional torneo veraniego que se llevaría a cabo en el viejo estadio San Martín, junto a Boca, River, Independiente, San Lorenzo, Racing y un combinado marplatense.
Huracán del ‘71. Parados: Raspo, Dopacio, Hernandorena, Basile, Babington y Maidana. Hincados: Brindisi, el Loco Doval, Laginestra, Giribet y el Bambino Veira. El equipo empezó siendo dirigido por Zubeldía, que duró algo más de un mes. A continuación, llegó Menotti y a partir de su labor fue gestándose el germen del fabuloso campeón ‘73.
Continuará…
Fotos de esta nota: Revista El Gráfico.