Hace 18 años, Daniel Videla instalaba su local en Superí entre Virrey Avilés y Virrey Olaguer. Atrás, dejaba una etapa laboral signada por los vaivenes y la inestabilidad. Aunque él quizás lo deseara con ansias, probablemente no sabía que el tiempo, lo convertiría en uno de los comerciantes de Colegiales más reconocidos y respetados en su rubro. La actualidad, lo sigue encontrando en el mismo sitio, ahora con la compañía de Cristian, uno de sus hijos, quien lo secunda en un oficio que ya forma parte de la vida familiar.
-¿Así que trabajaste en muchas cosas antes de tener esto?
-Síii… Hice de todo. Tuve mil quinientos laburos.
-¿Cuál es el que más recordás?
-Y… por ejemplo, cuando manejaba un micro escolar. Pero el que más me marcó fue uno que tuve poco antes de arrancar con esto.
-A ver…
-Era en una ferretería. Hacíamos llaves. Ahí tenía un socio que me enseñó el oficio del cerrajero. En los ‘90 se fundió. Yo me llevé las máquinas y abrí un local en Dean Funes y San Juan.
-¿Cómo llegaste a Colegiales?
-Cuando me casé. Hasta los 18 años viví en Palermo. Después anduve por todos los barrios. Ahora estoy separado, pero sigo viviendo en la misma cuadra de Martínez entre Avilés y Zárraga, que es donde también viven mis viejos.
-¿Y laboralmente?
-Arranqué en un local que está a unos metros, para el lado de Elcano. Antes esto era una mercería. Cuando se desocupó, me vine, porque se adaptaba más a lo que yo necesitaba.
-¿Qué hay que hacer para ser un buen cerrajero?
-Tenés que ser confiable. La gente valora mucho la confianza que pueda depositar en uno, porque vos sos el que vas a tener acceso a su casa.
-¿Eso en qué lo notás?
-En que los clientes se mudan a otro barrio y te siguen llamando. Obviamente, a nadie le gusta que entre un desconocido a su vivienda y a pesar de vivir lejos, prefieren conservar su cerrajero.
-¿Ahí se te complica?
-Y… por ahí tenés que agarrar el auto y andar un poco. Pero con Cristian nos complementamos bien. El aprendió el oficio de chico y ahora, con 28 años, ya es un cerrajero formado.
Punto aparte. Si se agota el diálogo en relación al trabajo, llega el tiempo de poner la mirada en los hobbies. Y en ese sentido, Daniel podría hablar un rato largo, ya que es coleccionista de música en compactos y vinilos. El hecho no tendría por qué ser mencionado en esta nota, pues muchísima gente tiene un pasatiempo de esas características. Sin embargo, la diferencia es que Daniel le dedica un espacio al tema que lo apasiona, justamente en su cerrajería. Así, todo cliente que ingrese al local y gire su cabeza hacia la derecha, hallará una importante colección de discos.
-Siempre me gustó la música. Mis favoritos son el rock nacional e internacional.
-¿En el negocio qué tenés?
-Bueno, acá guardo especialmente, los que son para canjear. Por eso vas a encontrar mucho fololclore, tango melódico, soul…
-¿Te vienen a canjear a la cerrajería?
-Sí, porque estoy tratando de que la gente sepa lo que acá puede encontrar. Lo estuvimos publicitando bastante y a través del boca a boca, también se fueron enterando.
-¿A cuánto asciende tu colección?
-En casa debo tener unos mil vinilos y 2500 compactos. En una hoja de excel tengo todo anotado.
-Más allá del negocio, ¿adónde los conseguís?
-Voy bastante al Parque Centenario, los domingos al mediodía. Aparte, también compro y vendo por facebook y Mercado Libre.
La música suena de fondo en la cerrajería. Mientras trabaja, Daniel no se priva de disfrutar de sus canciones predilectas. «Y si te fijas en las paredes, el negocio está todo tuneado», dice. Levantando levemente la mirada uno podrá corroborarlo: posters y fotografías de bandas y solistas favoritos son una parte esencial de la decoración de Cerrajería Superí.
Dirección: Superí 1381
Contacto: 4551-7866/ (15)4928-2999/ (15)6149-3044
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