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BARRIOS & FÚTBOL

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Entre todas las desafiliaciones de la historia de la Primera D, hubo clubes que, por propia decisión, se automarginaron mientras militaban en esta divisional y más adelante volvieron a entrar, cuando la AFA todavía permitía este tipo de situaciones. Lo hicieron varios que al día de hoy, continúan en actividad: Muñiz (renunció a su plaza cuando concluyó 1964), Atlas (1968), Deportivo Paraguayo (1968), Luján (1969) e Ituzaingó (1969). El que experimentó el ciclo más extenso alejado de la AFA es Muñiz, que recién se reincorporó en 1980.

San Martín (de Burzaco) llegó a la AFA en 1974. Hasta 1968, había militado en la misma divisional, la Primera D, General San Martín (de Avellaneda). Se trataba, desde luego, de dos instituciones diferentes.

La primera vez que en la Primera D un partido se definió mediante ejecuciones desde el punto del penal, fue en 1975. Tristán Suárez y Deportivo Merlo igualaron la primera posición y resolvieron el título con un desempate en la cancha de Excursionistas. Tras una igualdad en un tanto que no lograron quebrar, Tristán Suárez ganó 5 a 4 y se consagró campeón. De todos modos, su rival, por ser subcampeón, también subió a Primera C.

En 1976, Piraña estuvo 9 partidos consecutivos sin convertir un gol. El equipo de Parque Patricios terminó último en la Zona Sur, con 9 puntos en 22 partidos. Totalizó 14 goles a favor en aquella campaña. Así y todo, Deportivo Paraguay lo superó en ineficacia: aunque sin tantas fechas consecutivas sin convertir, sólo hizo 9 goles en 22 cotejos disputados. Terminó último en la Zona Norte, con 5 puntos en 20 partidos.

Su magra actuación de 1976, Piraña la cambió por una notable reacción en los torneos posteriores. En 1977 salió tercero. Y en 1978, fue campeón, consiguiendo el ascenso por primera vez en su historia. Claro que los intensos vaivenes finalmente lo condujeron a la desafiliación. Después de haber quedado en el último puesto del campeonato de la C de 1979, regresó a la más chica de las divisionales. Al cabo del torneo de la D de 1980 (el equipo ocupó el décimo puesto en la Zona Sur, entre once competidores), sus autoridades determinaron dar un paso al costado. Nunca más formaron parte de la AFA.

Años atrás, algo similar había sucedido con otros equipos: General Mitre (1966), Arsenal de Llavallol y Macabi (1968) y Luz y Fuerza (1971). La diferencia, es que estos no bajaron a la D sino que se desafiliaron directamente de la C. Mitre había hecho una gran campaña, terminando como subcampeón de Estudiantes. Macabi había salido cuarto en el Reclasificatorio; Arsenal llegó hasta las semifinales del Promocional; y Luz y Fuerza, finalizó decimoquinto entre 22 participantes.

Berazategui se afilió en 1976 y esa misma temporada obtuvo el ascenso a la Primera C. A pesar de haber salido subcampeón de Defensores de Cambaceres, el reglamento contemplaba también el ascenso del escolta. Así, los Naranjas pasaron a integrar una pequeña lista de instituciones que subieron tras su primera participación en la D. Lo habían antecedido Almirante Brown (1956), Leandro N. Alem (1957) y Villa Dálmine (1961).

Por muchos años el campeonato de la D se disputó con un formato de dos zonas, Norte y Sur. A continuación, una ronda final con los equipos más encumbrados de ambas zonas consagraba a los ascendidos. Sin embargo, el interés por formar parte de la AFA, creció tanto, que de los 23 equipos que había en 1977, pasaron a 30 en 1978. La dirigencia solucionó esta contingencia creando la Zona Centro, y repartiendo los competidores, en grupos de 10.

El Sportivo Palermo, antigua entidad proveniente de la era amateur, tuvo en tiempos profesionales, una llamativa campaña. En 1955 se inscribió en la D luego de haber estado al margen de la AFA desde 1949. En 1956 salió tercero y subió a la C por decisión de la Asociación. En 1960 descendió a la D. En 1963, habiendo ocupado el puesto decimotercero, otra decisión de AFA lo devolvió a Primera C. Pero en 1970, un nuevo descenso lo llevó a la D otra vez. Allí siguió hasta que a fines de 1983, por iniciativa propia, se desafilió. Y no sólo eso, también desapareció como institución.

Defensores de Almagro –que nunca tuvo estadio propio- se dio el gusto de ser campeón de la D en 1970. Al año siguiente tuvo su primera y última intervención en Primera C. Allí se encontró con Almagro, pudiendo protagonizar los dos únicos clásicos oficiales de la historia. En ambos partidos ganó el Tricolor: 3 a 1 como visitante (jugaron en All Boys) y 2 a 1 en José Ingenieros. El resultado arrojó un saldo totalmente  opuesto para ambos: Almagro fue campeón y subió a la B. Defensores, último, bajó a la D, desafiliándose en 1981.

Foto: Tristán Suárez, campeón de la D de 1975 (josecarluccio.blogspot.com).

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