El Huracán del ’73, paso a paso.
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EL CAMPEONATO SEGÚN MENOTTI
Una recopilación de las reflexiones del director técnico.
EL METROPOLITANO 1973
DE TODO UN POCO
«Mi mayor preocupación es que mis jugadores se perfeccionen. Lo demás, inclusive los rivales, me interesa pero no me preocupa. Sobre los adversarios a veces le pido referencias a algún allegado de confianza. Pero nada que ver con el celoso espionaje que según se rumorea, hacen algunos colegas»
«Nunca me gustaron las concentraciones y menos cuando son muy prolongadas. Las veces que las tuvimos largas no nos fue mejor que cuando nos concentrábamos recién el sábado a la noche».
«¿Si me interesa más el resultado o el espectáculo? ¡El espectáculo! Simplemente porque quien da buenos espectáculos juega bien. Y quien juega bien, casi siempre gana. Estoy seguro que el 95 por ciento de los jugadores argentinos coincide con nuestra idea. A todos les pagan por jugar y no por no jugar. Después vienen los distintos matices, para que uno pueda hacerlo mejor que otro».
«El psicólogo no sirve. El fútbol es mucho más simple de lo que parece. En todo caso prefiero que un jugador tenga un buen amigo y no un excelente psicólogo».
ASI OPINABAN DE ÉL SUS DIRIGIDOS
Jorge Carrascosa:
Huracán tiene una mentalidad con jugadores habituados a trabajar en zona como quiere Menotti. En mi caso me siento más cómodo porque se hace menos esfuerzo físico y mental. Además César me obliga a esperar y no salir a apretar tan lejos… Que él me haya elegido para este equipo me renueva. Para mí es como si empezara otra etapa.
Carlos Babington:
Ni bien llegó al club me dijo: «…Usted será el diez de Huracán. Lo único que le pido es que se ponga bien físicamente. Entonces me avisa y lo pongo de titular». Yo nunca lo había visto en mi vida y descreía de sus palabras porque ya antes me habían engrupido con el mismo verso. Pero a los 15 días le digo que ya estoy a punto. Y me puso. Me expulsaron y me dieron diez fechas. Cuando las cumplí me volvió a poner. Ahí sí que entré a creer. Menotti es el gran responsable de lo que hemos hecho. Resucitó a tipos que estaban muertos como Avallay, Larrosa, Buglione o yo mismo. Habla poco de fútbol pero todos sabemos lo que quiere. Los domingos habla no más de diez minutos. Nos pide que cuidemos la pelota, explica quien agarra a determinado rival en los corners y chau… Pero ojo, sabe y cada día me convenzo más. Cuando se fueron los muchachos a la Selección yo creí que nos caíamos y se lo dije. Me contestó: «No crea. Ahora usted se me queda más atrás y maneja la pelota desde ahí. Verá que ganamos todos los partidos 1 a 0». Y así fue. Ahí me terminé de convencer que la ve bien.
Alfio Basile:
Tengo mucha confianza con Menotti, pero se la tomé en Huracán. Alcancé a jugar con él en Racing, pero yo era pibe. Él era crack y en esa época se trataba con mucho respeto a los grandes. Hoy cambió todo. Los pibes te tutean de movida. La ventaja de Menotti es ser moderno… Las sabe todas. Pero no se enfermó de importancia y trata de no ponerse en genio. No hay multas ni látigo en Huracán y lo más importante es que se preocupó por lograr que el grupo exista. Todos, incluso los que hacen banco, lo quieren. Por eso el Flaco funciona fenómeno y Huracán llegó a lo que es».
Miguel Brindisi:
El secreto del Globo es muy simple: cuidar la pelota y jugar bien. La prédica de Menotti es permanente: «Si jugamos bien podremos perder partidos, pero ganaremos la mayoría». En las prácticas corre detrás nuestro y nos grita para que nos animemos con la pelota y no nos regalemos. Huracán jamás especula. Por eso vamos ganando y seguimos atacando. A veces nos empatan, pero en el cómputo general tiene razón el Flaco: salimos ganando lejos».
René Houseman (veinte años después de su retiro):
En mi carrera, nadie, ni siquiera Menotti, me decía qué tenía que hacer en la cancha. “Nene, usted vaya e invente”, era lo único que me repetía el Flaco. A veces me mandaba a pararme un rato sobre un lateral para que no subiera el marcador, pero nada más. Ojo, que eso lo hacía sólo conmigo. Con los demás hablaba y laburaba un montón. A Menotti no hay palabras para definirlo. ¿Usted a su padre lo quiere? Bueno, yo lo mismo. El es el padre que no tuve. Aparte las enseñanzas que me dejó, como ser humano… Se valora demasiado eso. Para mi madurez fue muy importante. El me bancó siempre, pero porque yo también entraba a la cancha y hacía lo que tenía que hacer. Lástima que en algunas cosas no le di bolilla. Si lo hubiera escuchado, quizás mi vida sería totalmente distinta a lo que es hoy…
Para la realización de esta nota se utilizaron fuentes de las revistas El Gráfico y Un Caño (foto).
