PRESIDENTES URBANOS (TERCERA PARTE).
Entre todas las avenidas de la Ciudad de Buenos Aires que llevan el nombre de presidentes, la más extensa es, sin duda, la Avenida Rivadavia. Su recorrido abarca alrededor de 115 cuadras, desde su inicio en la Plaza de Mayo hasta su conexión con la Avenida General Paz. Al cruzar a la provincia de Buenos Aires, continúa atravesando Ciudadela y llega hasta la localidad de Moreno, sumando un trayecto total de 37 kilómetros.
En términos de longitud, la Avenida Figueroa Alcorta ocupa el segundo lugar, con 58 cuadras. Le siguen, aunque a cierta distancia, Avellaneda (46 cuadras), Juan Domingo Perón (45) y Bartolomé Mitre (44).
En el otro extremo, la calle más corta que homenajea a un presidente es Roberto Marcelino Ortiz. Se encuentra en el barrio de Recoleta, tiene solo dos cuadras y es peatonal, lo que la convierte en la única calle presidencial con esa característica.
Muchas de estas arterias comienzan o terminan en zonas céntricas de CABA. La más alejada del centro es la Avenida Derqui, situada en Parque Avellaneda, cerca del límite con Villa Lugano. También están alejadas calles como Pedernera, que nace en Flores, y Victorino de la Plaza, ubicada en la zona conocida como “Barrio River” en Belgrano.
Tres ex presidentes han sido recordados mediante autopistas: Arturo Frondizi, Arturo Illia y Héctor J. Cámpora.
Existen dos avenidas presidenciales con traza diagonal: Roque Sáenz Peña (conocida como Diagonal Norte) y Julio Argentino Roca (Diagonal Sur).
Padre e hijo, Luis Sáenz Peña y Roque Sáenz Peña, también han sido homenajeados con calles. Aunque ambas se encuentran en zonas céntricas, están ubicadas en distintos barrios: la calle que recuerda a Luis se extiende de Monserrat a Constitución, mientras la que hace referencia a Roque, recorre el barrio de San Nicolás. No se cruzan entre sí.
Varias calles con nombres de presidentes se cruzan entre ellas. Un caso notable es Rivadavia, que intersecta con Urquiza, Pedernera, Roca, Luis Sáenz Peña, Roque Sáenz Peña, Uriburu y Carlos Pellegrini. Asimismo, Mitre, Perón y Sarmiento —paralelas y consecutivas— también cruzan varias de las arterias mencionadas.
Aunque la Argentina tuvo dos presidentes con el apellido Uriburu, sólo uno fue homenajeado con una calle: José Evaristo, quien gobernó entre 1895 y 1898. El otro, José Félix Uriburu, que presidió de facto entre 1930 y 1932, no tiene calle a su nombre.
Domingo Faustino Sarmiento es el único presidente con tres vías que lo recuerdan: una calle de casi cinco kilómetros que atraviesa San Nicolás, Balvanera, Almagro y Caballito; una avenida en Palermo de unos dos kilómetros; y un pasaje privado ubicado entre Rivadavia y Mitre al 2600, en Balvanera.
Entre los presidentes constitucionales, Miguel Juárez Celman y Agustín Pedro Justo son los únicos que no tienen una calle en la ciudad que los conmemore. En su momento, ambos contaron con alguna arteria, pero ya no existe. Sin embargo, en Palermo hay un parque que lleva el nombre de Agustín Justo.
Finalmente, existen varios presidentes elegidos por el voto popular que han fallecido y aún no tienen calles con su nombre en la Ciudad de Buenos Aires. Ellos son Fernando de la Rúa, Raúl Alfonsín y Néstor Kirchner.
Foto: Un tramo de Figueroa Alcorta, al 2000 de su trazado. Esta avenida es la arteria “presidencial” más larga, después de Rivadavia.