Por las calles

BAIRES EN COLECTIVO

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Hoy: Línea 42

El aire acondicionado encendido trae alivio a los pasajeros del 42, en la tórrida tarde de enero.  En José María Moreno y Directorio –Caballito-, el chofer realiza una parada donde son varios los que ascienden. La unidad va cargándose de usuarios a medida que avanza hacia Rivadavia.  Como sucede en las calles de la ciudad, adentro del colectivo tampoco extraña la presencia de elementos afines a los clubes de fútbol. Así, en un asiento del fondo se observa a un hombre enfundado en la camiseta de River Plate; en uno de adelante, una señora lleva una SUBE protegida por porta-tarjeta con el escudo de Nueva Chicago. El merchandising futbolero, presente hasta en los aspectos presuntamente más insignificantes.

Algo raro acontece en las cercanías de Rivadavia… La marcha es llamativamente lenta, y no a raíz de complicaciones en el tránsito. Pareciera que el conductor pretende demorar adrede su trayecto. Sin embargo, al cruzar la avenida quedará comprobado que el motivo no es éste, sino un desperfecto mecánico que impedirá que el vehículo continúe. En efecto,  unos cien metros después, ya sobre Acoyte, el pasaje recibe la noticia: es necesario bajarse.  El fastidio se intuye en el ambiente en general, aunque seguramente, sea mayor entre aquellos que tenían la dicha de ir sentados.

Para alegría de los “exiliados” el interno de atrás llega enseguida. ¡Y con muy poca gente! La mayoría lo aborda por la puerta delantera. Otros, ingresan por la del medio. Lo que ahora se intuye, es el malhumor de los se encontraban arriba del ómnibus “sano”. En la hilera del fondo, dos jóvenes mujeres de acento venezolano o colombiano, protagonizan un diálogo intenso.  Existen grandes posibilidades de que sean compañeras de trabajo, a considerar por los temas que tocan. Hablan de terceras personas y dejan entrever algún problema en su empleo, al menos de parte de una de ellas.

Esta unidad también posee aire acondicionado, factor que hace más llevadero el viaje de aquellos que van sentados en la fila de la izquierda (la de los individuales), ya que allí es donde el calor del sol pega de modo más directo.  En la intersección de Acoyte y Ángel Gallardo –justo en el final de Caballito y el comienzo de Villa Crespo-, una estación de servicio de la firma Puma, presenta una promoción con el litro de nafta a 53,29 pesos, según indica su cartelera.

Desde la ventanilla se divisa propaganda política desactualizada. En concreto,  la luneta de un colectivo exhibe los rostros de Lavagna y Tombolini, y una leyenda que dice “Sabemos cómo hacerlo”. De las elecciones presidenciales del 27 de octubre, ya han transcurrido más de dos meses.

Acoyte se transforma en Muñecas al cruzar Warnes. Las chicas con tonada extranjera sentadas en el fondo, siguen conversando sobre sus cuestiones laborales.

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