Numerosas calles de la Ciudad de Buenos Aires, fueron denominadas con nombres de accidentes geográficos de la República Argentina. En esta nota se puntualizan los casos de dos de ellos, Iberá y Desaguadero.
IBERÁ (calle).
Nace en la Avenida del Libertador al 6900 (Núñez), adentrándose después en Coghlan y Villa Urquiza, barrio donde finaliza, en la Avenida de los Constituyentes al 5800. Le otorgaron su nomenclatura en 1893 y totaliza 47 cuadras.
IBERÁ (accidente geográfico).
Los Esteros del Iberá se encuentran en la provincia de Corrientes. Designado “patrimonio de la humanidad” el 18 de enero del 2002, es un depósito de agua estancada, con una profundidad de unos tres metros, y cubiertos por plantas acuáticas.
De aproximadamente 12 mil kilómetros cuadrados de extensión, es el segundo humedal más grande del mundo, detrás del Pantanal, un sitio que comparten Brasil, Paraguay y Bolivia.
Antiguos cauces o lechos abandonados del río Paraná conforman su base, compuesta por bañados, esteros, lagunas, embalsados y cursos de origen pluvial. La laguna del Iberá tiene una superficie de 5500 hectáreas y es una de las más grandes y características del sistema mayor que conforman junto a los esteros. Con una profundidad promedio uniforme de alrededor de tres metros, su transparencia es muy alta y tiene variaciones provocadas por el viento y el desarrollo estacional del plancton.
Los aguapés, las amapolas y las lentejuelas de agua, son algunas de las especies flotantes que cubren la superficie de las lagunas, formando camalotales. Sobre la vegetación acuática se deposita tierra que propicia el crecimiento de más plantas. Son tan grandes algunas de las islas flotantes que se forman que llegan a los dos metros de espesor y se puede caminar sobre ellas.
Gracias a su peculiar geografía es una de las zonas que cuenta con una variada población animal, dentro de lo que hay una inmensa variedad de aves. La fauna autóctona incluye numerosas especies amenazadas, como el yacaré o el oso hormiguero. Otras especies que lo habitan son el ciervo de los pantanos, el venado de las pampas, el carpincho, el lobo de crin o aguará guazú, la boa curiyú y el lobito de río. El conjunto de peces también es muy variado. Existe abundancia de dorados, armados, surubíes, pacúes, mojarras, tarariras y palometas.
En relación al clima, la elevada humedad atmosférica que retiene el calor solar, hace que sea netamente tropical. Mientras el invierno es relativamente seco, los veranos húmedos y muy calurosos.
Hay distintas opciones para acceder a esta maravilla de la naturaleza, siendo muy frecuente ingresar por Colonia Carlos Pellegrini, una pequeña localidad correntina, provistas de grandes atracciones y servicios para turistas, como paseos en embarcación, navegación nocturna, cabalgatas y avistaje de aves.
DESAGUADERO (calle).
Comienza en Álvarez Jonte al 4800 (Monte Castro), extendiéndose por aproximadamente 22 cuadras. También atraviesa Villa Devoto y finaliza en la Avenida General Paz. Le dio su actual denominación una Ordenanza del 28 de octubre de 1904.
DESAGUADERO (accidente geográfico).
El Río Desaguadero tiene una longitud de unos 1498 kilómetros constituyendo el tramo medio de su curso el límite entre las provincias de San Luis y Mendoza. Nace en el noroeste de la provincia de la Rioja, luego de recibir otros nombres como Río Bermejo. Durante su recorrido al llegar a la unión de la provincia de Mendoza, San Juan y San Luis, se lo denomina de este modo, ya que allí confluyen los cursos de varios ríos. Continúa en la provincia de La Pampa con el nombre de Río Salado y luego como Río Colorado, en donde llega con muy poco caudal. Recibe todos sus afluentes de alguna importancia por su margen derecha, y todos ellos se originan en los deshielos de la Cordillera de los Andes. Por este motivo, y por las escasas precipitaciones que ocurren en el extenso territorio que atraviesa, sus máximos caudales se dan a fines de primavera e inicios de verano.
En 1941 se aprobó la construcción del dique “El Nihuil”, en el curso del Río Desaguadero, por la provincia de Mendoza. Por esta razón el curso del río, aguas abajo, hacia la cuenca Desaguadero-Salado-Chadileuvú, fue frenado. Esto causo que la región llamada como Bañados del Atuel, se convirtiese en un desierto, provocando un éxodo de la población y una profunda alteración del ecosistema natural.