El Huracán del ’73, paso a paso.
San Lorenzo 1-Huracán 0
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Foto: Uno de los goles que se perdió el Globo. Un remate de Houseman pegó en Quiroga, su propio compañero, y no entró. Irusta observa. (La Razón).
El clásico fue más clásico en las tribunas que en el campo de juego. La cancha de Vélez presentó un marco espectacular y sin lugar a dudas, fue allí donde pareció desarrollarse el «partido», gracias al fervor y el colorido que aportaron ambas hinchadas. En cambio, los veintidós futbolistas jugaron a otra cosa. Sin responder al clima festivo que llegaba desde el otro lado del alambrado, quedaron enredados en un mar de confusión en el cual San Lorenzo logró sacar ventaja en la última jugada del primer tiempo.
Cumplido el objetivo del campeonato, los jugadores de Huracán no alcanzaron un buen desempeño esta tarde, algo que quizás sea atribuible más a un estado mental que al hecho de ser el Globo un equipo inferior al azulgrana. Los dirigidos por Menotti tuvieron alguna chance de empatar en el complemento, pero no pude ser. De todas formas, para la afición quemera, el festejo seguía y seguía..
LA FICHA DEL PARTIDO
San Lorenzo (1): Irusta; Niño, Piris, Maletti y Olguín; Villar, Espósito y Pitarch; Salinas, Irigoyen (Veglio) y Ortiz. DT: Carniglia.
Huracán (0): Roganti; Chabay, Buglione, Cantú y Carrascosa; Leone (ST 9 Keurikián), Russo (ST 17 Ríos), y Quiroga; Houseman, Scalise y Larrosa. DT: Menotti.
Goles: PT 44 Villar.
Cancha: Vélez.
Incidencias: ST 26 exp. Maletti (SL).
Arbitro: Ángel Coerezza.
TODOS LOS RESULTADOS
San Lorenzo 1-Huracán 0
Gimnasia 2-River 2
Boca 3-Estudiantes 1
Independiente 3-R. Central 1
Argentinos 1-Vélez 0
Atlanta 0-Colón 0
Newell’s 2-Racing 2
Ferro 2-All Boys 1
Libre: Chacarita
LO QUE DIJO EL PERIODISMO
REVISTA «EL GRÁFICO»
Fútbol dinámico pero de escasa jerarquía, sin ideas ni profundidad en ataque. Dentro de ese nivel, mejor San Lorenzo durante los 45 minutos iniciales, a través del correcto trabajo asociado de su flanco derecho (Piris, Espósito, Villar, Salinas). El excelente gol sobre la hora de Villar en el primer tiempo estableció la diferencia justa. En la etapa final bajó San Lorenzo y no mejoró Huracán. Ni siquiera cuando la expulsión de Maletti (dos fouls seguidos, muy violentos) le acordó superioridad numérica. Lo mejor: la vuelta olímpica y algunos cantitos de la tribuna, intencionados y de ingenio limpio.
DIARIO «CRÓNICA»
Huracán no tuvo a lo largo de los 90 minutos un hombre que se mostrara como guía y conductor de su equipo, que no tuvo claridad en ningún sector del campo, que ignoró la función ofensiva y que defensivamente sólo mostró la firmeza de Buglione o los acertados cruces de Carrascosa.
Desde luego, entre uno que evidenciaba muy poco -San Lorenzo- y otro que no evidenciaba nada -Huracán- el partido se transformó en un largo bostezo, especialmente en el segundo tiempo, cuando ambas hinchadas (lo único que le puso vida al encuentro) cansadas de gritar en vano, se llamaron a sosiego. Y entonces sí, todo se hizo tedioso, aburrido.
Y a medida que transcurrían los minutos, la desesperación fue ganando a Huracán. Que se lanzó en busca del empate en forma más que desordenada. No había plan, no había ideas y eso, en fútbol, muy pocas veces basta para alcanzar resultados.
DIARIO «LA RAZÓN»
San Lorenzo marcó un predominio claro en todos los aspectos. Por mayor orden, fundamentalmente. Impuso superioridad evidente en todo el campo y en las distintas líneas en conformación. El campeón tuvo su primer problema desde el comienzo. No encontró la pelota. Se la «secuestró» San Lorenzo. Los tres volantes santos la «sustrajeron» de «por vida». Huracán empezó con tres hombres en el sector -Quiroga, Leone y Russo- pero después se acopló también Larrosa para intentar el «rescate». Fue inútil. No encontraron nunca la posición. Corrieron pero sin sentido. A destiempo. Sin criterio y sin planificación real para poder cortar el circuito. Allí surgió entonces el patrimonio sanlorencista, que tenía la ventaja de sus dos punteros -Ortiz y Salinas- dominando con facilidad las marcas de Chabay y Carrascosa. Se entretenían en la puja personal, no creando opciones de acuerdo a la posesión del balón, pero les servía para que Huracán no pudiera entrar en escena. Aunque las grandes falencias defensivas del Globo hacían presagiar en cualquier momento la caída del arco de Roganti. Se salvó ante un cabezazo de Irigoyen que el arquero sacó sobre el horizontal. Hasta que a los 43’ Salinas les amaga a Carrascosa y a Cantú, que fue en su auxilio, en desborde por afuera. Pero forzado por su zurda, engancha para adentro. Los dos defensores quedaron fuera de foco y el puntero metió un puntazo cruzado, que hizo rebotar el balón en el ángulo superior derecho, provocando un corner Chabay en el intento de despeje. Ejecutó Ortiz, al primer palo. Apareció sorpresivamente Villar, anticipando, y con la parte externa del botín -por problema de perfil- la «cachetea» fuerte y se introduce en el mismo ángulo en que se había producido el rebote anterior.
Huracán ahora sí consiguió la pelota, pero comenzó su drama en la utilización. Lateralizó. No encontró la grieta. Tampoco supo fabricarla.