En estos días, recuerdo con patriótico orgullo -y también con pesar- lo concerniente a las vidas perdidas en el conflicto de las Islas Malvinas, al cumplirse cuarenta años de aquel acontecimiento. Me acuerdo de los diarios que se vendían, las radios y la televisión transmitiendo las noticias de la guerra lejana, entre la incertidumbre y la angustia que me provocaban los hechos. Sólo espero que las negociaciones prosigan y que finalmente las Malvinas, íntegramente, vuelvan a formar parte del territorio argentino. Qué pena no poder dejar una flor en la tumba de una sepultura argentina. La desazón me hace temblar de compasión, de pena y de amor.

Te agradezco, Dios, el milagro de vivir mi existencia con alegría, aunque hoy comencé mi día con temor, angustiada por el diario acontecer. Pero lentamente fui rescatando mi yo, me hice más fuerte y acudiste en mi ayuda. Habrá alegría, la de caminar en compañía de quien me da tranquilidad, seguridad y me cuida, no por imposición, sino por amor. A Dios pido salud, que mis conocidos no me olviden, que haya paz en mi corazón, que nadie me castigue, que todo sea como antes, que pueda volar con mi imaginación, que alguien rece una plegaria por mí.

Querida María Inés, anoche soñé contigo. Les dejabas alimento a los pájaros en el antepecho de la ventana, siempre hay esperanza de que todo sea para bien. Desearía hablar de plantas y flores contigo, te deseo lo mejor y quisiera obsequiarte una orquídea como símbolo de amistad. A ti Emanuella, eres mi referente, con tu sonrisa amplia, tu cuerpo esbelto, tu cabello largo bien aseado… Cantas bien e imitas a otros artistas, me haces reír cuando rompes un juguete para dar dinero a otras personas.

“La Luna y Seis Peniques” es un libro que describió la vida de Paul Gauguin, quien vivió en la Polinesia. Pintor de gran nivel que dejó las comodidades para vivir de la naturaleza. Artista francés sin par, quisiera ver tus cuadros otra vez.

Hoy me siento como una paloma que necesita alimento y amor, que vuela errante, de balcón a balcón, buscando en la intemperie, abrigo de los vientos y la  lluvia. Qué lindo sentirse bien, caminar por las calles de mi ciudad, oír jazz, ver series como Shtisel, películas hermosas como Fantasía, de Walt Disney, en donde se escucha música clásica acompañando a hermosos dibujos animados de animales y flores danzando.

Raquel Selzter

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