Yo Digo

BAIRES EN PRIMERA PERSONA

La Policía está al servicio del ciudadano. Este axioma, tal vez nos lleve a pensar en diversos asuntos relacionados con delitos u otros hechos de relevancia. Sin embargo, hace poco fui testigo de cómo un uniformado de la fuerza porteña, colaboraba en una circunstancia mucho más sencilla: dos chicos y un adulto jugaban a la pelota en una plaza enrejada. El balón, en cierto momento, traspuso la reja, quedando a escasos centímetros de la ubicación del agente del orden, quien rápidamente la tomó entre sus manos y se la devolvió a los agradecidos jugadores. De inmediato, el “partido” se reanudó mientras el uniformado prosiguió vigilando la zona.

 

Los monopatines eléctricos llegaron hace unos años para quedarse. Luego, ocurrió lo mismo con los monociclos o monoruedas, un medio de locomoción que dejó de ser novedad para convertirse en un elemento bastante común en el territorio porteño. En CABA, están contemplados en la legislación y deben cumplir con ciertos requisitos: frenos, bocina, luces, etc. Días atrás me topé con un hombre que circulaba en su monorueda por la vereda, algo prohibido por la normativa vigente. Llevaba puesto, eso sí, el casco reglamentario. Enseguida se bajó en la puerta de un colegio primario, cerca del horario de ingreso/egreso de los chicos. A lo mejor, deduje, iba a buscar a su hijo o hija al establecimiento. La escena me llevó a averiguar más sobre el monociclo. Así, supe un dato que hasta ese momento desconocía: si el cuerpo se tira hacia adelante, el vehículo se acelera. Para atrás, se frena.

 

La explosión de lo digital se llevó puesta una cantidad importante de cosas. Por ejemplo, la lectura en papel. Cada vez menos gente lee el diario “físico”, así como también, mermó notablemente el número de personas que ante la proliferación del celular, busca diversión a través de una revista y una lapicera. ¿Por qué apunto a algo tan específico? Pues porque hace unos días, al pasar por una plaza porteña, vi como una señora, sentada sobre un banco de piedra, hacía crucigramas (o un entretenimiento similar) en una pequeña revista especializada en estas actividades ideales para desarrollar la memoria y demás ventajas. Sí, toda una rareza por estos días. A pesar del boom digital, hay cosas que si bien parecen agonizar, está claro que todavía no se extinguieron.

About the author

Baires Querido

Leave a Comment