La historia del equipo nacional, y sus conexiones con la Ciudad de Buenos Aires.
1 de octubre de 1916.
La Selección derrota a Uruguay 7 a 2. En el partido disputado en el estadio de Racing estaba en juego la Copa Círculo de la Prensa. Se trató de la mayor goleada de la Argentina en el clásico rioplatense. Aunque no es este el motivo de la anécdota sino el hecho de que Marius Hiller haya conquistado tres tantos, con lo cual, quedó como el jugador de la Selección Nacional con mayor promedio de gol de la historia: 2 goles por partido (el primer puesto lo compartiría más adelante con Guillermo Stábile). Hiller jugó dos encuentros internacionales, totalizando en esa breve actuación cuatro goles, ya que en su debut, también había marcado uno. Este centrodelantero de potentísimo remate era alemán -incluso había jugado para su país algunos años antes- por eso, su concurso en nuestra Selección es tan atípico. Tras su arribo de Europa por razones comerciales, y ya radicado en la Argentina, integró las filas de varios equipos, logrando debutar con la albiceleste, pues en aquella época se permitía la inclusión de futbolistas de otras nacionalidades. En aquel entonces representaba a GEBA.
La Argentina formó con: Emilio Fernández (Gimnasia La Plata); Arturo Chiappe (River) y Juan Domingo Brown (Quilmes); Heriberto Simmons (River), Cándido García (River) y Pedro Martínez (Huracán); Zolio Canaveri (Racing), Juan Cabano (Argentino de Quilmes), Marius Hiller (Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires), Ennis Hayes (Rosario Central) y Francisco Taggino (River). Además de Hiller, marcaron Hayes (2), Simmons y Cabano.
Para destacar:
El mismo día, pero en la vecina orilla, otro representativo de la Selección Nacional se midió ante Uruguay. Aquí, por el Gran Premio de Honor Uruguayo, y en el estadio Parque Belvedere. La Argentina ganó 1 a 0 (gol de Badalini) con esta alineación: Carlos Isola (River); Zenón Díaz (Rosario Central) y Armando Reyes (Racing); Ernesto Matozzi (Estudiantil Porteño), Francisco Olazar (Racing) y Alberto Felisari (Platense); Pascual Garré (Independiente), Atilio Badalini (Gimnasia de Rosario), Alberto Marcovecchio (Racing), Carlos Guidi (Tiro Federal de Rosario) y Juan Perinetti (Racing).
Una asombrosa coincidencia, indica que el día de la despedida del fútbol de Hiller (All Boys 0-Huracán 1, en 1925), en el elenco adversario jugaba Guillermo Stábile, el autor del único gol de la tarde. “El Filtrador” se convertiría en hombre de Selección en el Mundial de 1930. Entre sus hazañas, también igualaría el récord de Hiller de promedio de gol más alto. Stábile tendría cuatro presencias internacionales, todas, en la Copa del Mundo de Uruguay. En ese lapso, convirtió ocho goles.
Conexión-Capital:
Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, el club al cual representaba Hiller mientras actuó para la Selección, es la misma institución que en la actualidad continúa vigente. Con su campo deportivo de grandes dimensiones en Palermo, supo competir en la máxima categoría del fútbol argentino en una etapa del amateurismo y su estadio del predio palermitano fue escenario de numerosos cotejos del seleccionado. En concreto, GEBA compitió en el más alto nivel entre 1910 y 1917, año en el que le tocó descender. Un par de años después, en 1919, se desafilió del fútbol oficial.
Foto: Marius Hiller (alejandrofabbri.com.ar).