Voy recorriendo la Plaza “Inmigrantes de Armenia. En su superficie hay una placa de homenaje a Martín Karadagian, a quien se lo recuerda como artista y campeón mundial de lucha libre. Debo mencionar -como recuerdo de la infancia- que se desempeñaba en ese rol en el espectáculo televisivo “Titanes en el Ring” y no fue, en realidad, un deportista de elite. La plaza tiene también, por ejemplo, una fuente de aguas danzantes, un mástil con la bandera argentina y una calesita con el antiguo nombre de “Plaza Palermo Viejo”.
Desde allí sigo caminando por Nicaragua. Entre Malabia y Aráoz se destaca la presencia -sobre el antiguo empedrado- de vías de tranvía, más de 60 años después de que estos vehículos dejaron circular por las calles de Buenos Aires. A posteriori camino media cuadra por Aráoz ,donde se ubica la Iglesia Nueva Apostólica, y luego vuelvo hacia Scalabrini Ortiz, en cuya intersección con Nicaragua, me llamó la atención un negocio de artículos artísticos que tenía esta inscripción: “Hagamos que el arte suceda”.
Algunas cuadras más adelante, en la esquina de Gorriti, me impresionó la presencia, sobre un poste metálico, de una estrella amarilla recordando a una víctima de un siniestro vial, de esas que, lamentablemente, abundan en las calles de Buenos Aires. De inmediato, entre Gorriti y Cabrera, está la Parroquia Greco-Melquita Católica “Nuestra Señora del Perpetuo Socorro”; junto a la Comisaría 25 y a la Escuela Primaria “Provincia de Córdoba” un cartel dice “Nazarenos Perseguidos”.
Desde allí cruzo Scalabrini Ortiz y paso frente a la panadería “Armenia”, mientras que entre Cabrera y Niceto Vega hay un negocio de venta de artículos de arte árabe, al lado de la Iglesia ´´San Jorge”, y posteriormente, ya cruzando la Avenida Córdoba, está la Parroquia “Nuestra Señora de la Consolación”. Comienza aquí una zona donde abundan los comercios dedicados a la venta de lana y artículos para tejer.
Desde este lugar vuelvo rápidamente en colectivo hasta la esquina de Scalabrini Ortiz y Paraguay, donde está el Café “Varela Varelita”, uno de los bares que han sido declarados “notables” de Buenos Aires. En la intersección con Mansilla, sobre esta calle, nuevamente persisten antiguas vías de tranvía. Y al 2273 de Scalabrini Ortiz, está la Unión Residencial Armenia “Hadjindur”.
Entre Charcas y Güemes, sobre la fachada de un antiguo edificio, aún se mantiene la inscripción “Mercado Frigorífico Canning”. Una cuadra más adelante arribo a la Santa Fe, avenida por la cual doblo a la izquierda y hago una cuadra hasta República Árabe Siria, lugar donde se halla la Plaza “Intendente Casares”. En este sitio, precisamente, se ve una placa que lo recuerda. Me causó una grata impresión por ser un espacio verde muy bien cuidado, con un amplio sector de juegos infantiles y mesas de ajedrez, que se extiende hasta Beruti, límite con el Jardín Botánico. Esta institución –que tiene su entrada principal en Santa Fe 3951- lleva el nombre de Carlos Thays, el arquitecto y paisajista francés, realizador de varias obras notables en plazas y parques de Buenos Aires, quien fuera Director de Paseos entre 1891 y 1920. Deseo destacar, finalmente, que en un sector de las rejas del Jardín Botánico, se distingue un letrero que promociona “la Noche de los Jardines”.
Y así, al llegar nuevamente a Plaza Italia, terminan mis recorridas por el barrio de Palermo.
Andrés Rosen