La historia del equipo nacional, y sus conexiones con la Ciudad de Buenos Aires.
10 de julio de 1916.
La Argentina empata con Brasil 1 a 1. Este encuentro se disputó en el marco del torneo Sudamericano –luego, Copa América- que tuvo lugar en la Argentina. El gol local lo convirtió José Laguna, de Huracán, a los 10’ del primer tiempo. Y aquí reside lo anecdótico: Laguna había acudido al estadio de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, el escenario del juego, en calidad de hincha. Sin embargo, terminó adentro de la cancha como consecuencia de la ausencia de Alberto Ohaco. El crack racinguista había estado presente en el cotejo anterior (el 6 de julio, cuando la Argentina goleó 6-1 a Chile) pero luego debió realizar un viaje. Se pensaba que estaría de regreso para el partido con Brasil, pero se retrasó lo suficiente como para se tuviera que convocar de urgencia a un reemplazante. En las tribunas de GEBA ya estaba Laguna, muy conocido en el ambiente futbolístico de la época por sus destacadas actuaciones en Huracán. La invitación no se hizo esperar, como tampoco la aceptación del atacante nacido en Salta, a quien apodaban el Negro, quien fue a dejar al vestuario el traje que llevaba puesto y se colocó la ropa de jugador. Su inesperado estreno lo coronó con el tempranero gol que significó la apertura del marcador. Luego igualó Brasil.
El equipo formó con: Juan José Rithner (Porteño); Arturo Chiappe (River) y Juan Brown (Quilmes); Pedro Martínez (Huracán), Francisco Olazar (Racing) y G. Badaracco (San Isidro); Adolfo Heissinger (Tigre), José Laguna (Huracán), Adolfo Marcovecchio (Racing), Carlos Guidi (Tiro Federal de Rosario) y Claudio Bincaz (San Isidro).
Para destacar:
Este fue el segundo partido del torneo para la Selección. En el tercero y último, un empate en cero con Uruguay, dio lugar a que los vecinos rioplatenses se quedarán con el título sudamericano. Laguna no intervino en este partido ante los uruguayos –regresó Ohaco- pero en 1919 volvió al seleccionado y jugó 3 partidos más. En su actuación internacional, totalizó 4 presencias y 3 goles. Al margen de su trayectoria con la Selección, su vida vinculada al fútbol es digna de mención porque en el Globo de Parque Patricios no sólo jugó: además, se desempeñó como presidente –tras haber sido un importante referente de su fundación- y técnico en diversas etapas. Había nacido en la provincia de Salta. En su adolescencia se trasladó a Buenos Aires. Ya conectado con Huracán, primero fue presidente, luego jugador y por último, entrenador. Cumplida esta fructífera etapa, se radicó en Paraguay, donde dejó gratos recuerdos, dado que también condujo técnicamente al seleccionado guaraní. En el primer Mundial de la historia, el de Uruguay 1930, Paraguay lo tuvo a Laguna como entrenador.
En la misma fecha:
10-7-1943. Copa Chevallier Boutell. En Asunción (Paraguay). Vs. Paraguay (5-2).
10-7-1957. Copa Roca. En San Pablo (Brasil). Vs. Brasil (0-2).
10-7-1988. Copa Bicentenario de Australia. En Melbounre (Australia). Vs. Brasil (0-0).
10-7-1989. Copa América. En Goiania (Brasil). Vs. Bolivia (0-0).
10-7-1991. Copa América. En Santiago (Chile). Vs. Chile (1-0).
Conexión-Capital:
En Huracán, Laguna jugó 141 encuentros y marcó 71 goles. A pesar de lo complicado que resulta conseguir estadísticas de aquella época del amateurismo, el sitio Globopedia.ar realizó una investigación que determinó estas cifras, a lo cual cabe añadirle las temporadas en las que el Negro vistió la casaca de la entidad de Parque Patricios: 1919, 1914-1921 y 1924. Esta última presencia en 1924, de acuerdo a lo publicado por el sitio especializado en el fútbol huracanense, se dio en una ocasión muy puntual: Laguna ya estaba retirado, pero en un partido oficial, a su equipo le faltaba un hombre para completar los once reglamentarios, y él, que se hallaba en la tribuna (como ocurrió en su debut en la Selección), finalmente formó parte del juego.
Foto: globopedia.ar