Poco tiempo atrás comenzó, a partir de la salida de la primera estrella, un ciclo más. Quisiera que que en la tierra hubiera muchos regalos, como los caramelos para los niños, los globos multicolores, los barriletes que se remontan o los avioncitos de papel que alegraron nuestra infancia. Cada día que pasa se inicia una nueva era para la vida y el universo, para las flores y mariposas, para las aves y los peces, para todas las criaturas que Dios trajo al mundo.
Vuelvo a la tierra donde nací, donde me cuidaron mis padres, donde tuve penas y desvelos que, ya siendo mayor, comprendí.
Hoy tengo una pena antigua, inútil botarla afuera, dice una melodía. Y así me encuentro hoy, con una gran ansiedad y deseos de gritar mi verdad. Esa que nace de lo mas hondo de mi corazón, de lo mas profundo de mi mente, allí donde todo nace y se renueva.
Pasó el Día del Maestro. Tu profesión, Débora; y tengo muchas ganas de aprender mi lección diaria, las sumas y restas, la tabla de multiplicar y tantas cosas que nos brinda la ciencia, pero lo más importante es desarrollar la intuición y aplicar los conocimientos para aprender a vivir mejor y ayudar al prójimo.
También paso el Día de la Expiación, o Día del Perdón, como se le suele decir… Es como una ocasión especial para meditar, pensar, reflexionar sobre lo que vivimos durante un año. Dar una vuelta de hoja al calendario y comenzar una nueva etapa, con fe y el deseo de superarnos todos los dias para cumplir nuestros deseos y ayudar a todos los que nos rodean y a quienes amamos.
Creo que se pueden realizar muchas cosas con amor, pero lo que más me agrada es escribir. Sí, escribir. También leer una novela, caminar por las plazas y los parques cuando despunta la primavera, y los árboles en flor nos acogen con su sombra y el canto de los pájaros que en ellos anidan.
Felicidad, te atrapo y te busco constantemente, y huyes como la luz del día. Hoy siento alegría de vivir plenamente este día grato, en el que me pongo más sabia pero a veces más indefensa, como un niño recién nacido o un joven vergonzoso e indeciso.
Templados días, primavera. Los brotes asoman tímidamente, el sol acaricia los cuerpos, la gramilla brota de la tierra, los estudiantes festejan tu llegada, libres como los pájaros. Todo invita al dulce ensueño de la vida que nace.
Raquel Seltzer