Siento pleno gozo por la cálida presencia del Sol, por ver la claridad del día, ya en el epílogo del invierno, cuando comienza septiembre y se acerca la alegría de la primavera. Tengo alegría en el corazón por haber realizado tantas cosas buenas. Por tener salud y tenerte cerca, por mis hermanos, a los que amo intensamente, por el querido recuerdo de mis familiares que ya no están, pero sus recuerdos me acompañan permanentemente, guiando mis pasos en la vida.
La edad en la cual comencé a trabajar fue a mis 18 años, en una empresa embotelladora de bebidas gaseosas, en la localidad de Florida, partido de Vicente López. Lo hice después de haber superado exitosamente una prueba para demostrar mis conocimientos de matemática y contabilidad. En esa época mi domicilio era bastante cerca de la empresa, lo que significaba una comodidad importante. Conservo lindos recuerdos de aquellos días en los que además ya cursaba mis estudios de Derecho en la Universidad de La Plata, junto a una gran amiga y compañera, la querida Gloria.
Los profetas bíblicos… Siempre me pregunté por su importancia y significado. De todos ellos, mi favorito es Daniel. Mi hermano lleva su nombre, porque siempre estuvo al servicio de Dios, buscando la felicidad de su pueblo.
Hace unos días recordamos a Don José de San Martín, quien en una hazaña increíble, cruzó la Cordillera con mulas y caballos, para llevar la libertad a Chile y Perú. Posteriormente se abrazó con Simón Bolívar en Guayaquil para luchar, juntos, por la independencia americana contra el dominio español. Sus últimos días transcurrieron en Francia, lejos de su tierra natal, a la que nunca olvidó.
Ayer vi por televisión al Doctor Abadi. Habló de sus hijas, una psicóloga y la otra actriz. Escucharlo fue un placer, por su sabiduría y por sus consejos para poder llevar adelante nuestras vidas en esta época tan difícil, en medio de la grieta que nos entristece, y que algún día superaremos.
El domingo pasado vino a verme mi hijo. Ha cambiado tanto… Ya no es el niño que fue. Ahora es alto, delgado y de cabello negro. Todo un hombre. Pido por él, que Dios lo proteja siempre y le dé felicidad.
Raquel Seltzer