Me equivoqué, fue un momento de distracción y me repuse de a poco del tropezón. Me pasó que no respeté las reglas de juego y sin intención alguna produje dolor en alguien a quien estimo profundamente. Es que las palabras no son ni malas ni buenas, son simplemente palabras… A veces se las lleva el viento y en otras ocasiones pueden causar pena.
Acabo de despertarme y quiero garabatear algunas frases acerca de lo hermoso que es vivir, sentir el aire y respirarlo, recorrer una plaza o un parque, disfrutar de la naturaleza, escuchar el canto de los pájaros, sentir el aroma de las flores y del pasto recién regado, mientras mi mente imagina cómo será el futuro y al mismo tiempo, goza del presente sin olvidar el pasado.
La tempestad rugió fuerte como un león hambriento en la noche, de repente un relámpago cruzó el firmamento en suave zig-zag, el cielo se oscureció y la lluvia cayó sobre los campos sedientos, hasta que todo volvió a comenzar; el sol salió y la vida continuó con su hermosa rutina.
En mi lejana infancia tuve una enorme pecera, llena de pececillos de colores. Recuerdo cómo disfrutaba contemplando el mundo submarino azul, un mundo de belleza y pleno de colorido, con la plenitud de la naturaleza en su interior, un lugar de ensueño que nunca olvidaré.
Recuerdo a mi tía Esther tocando el piano y a mi prima Fanny cantando. Entretanto, una hermosa cajita de música nos embelesaba con su delicioso sonido, como dicen los versos de José Pedroni interpretados por la inigualable Mercedes Sosa.
Hiedra que trepas sobre la pared, hoy te vi, contemplé tus hojas tupidas que formaban figuras sobre el paredón y lo tapizaban con tu color verde limón, semejabas dos enamorados fundidos con un beso.
Querida Betty, aunque creas o no en Dios, aunque tus ojos pardos ya no miren a los ojos de tu padre y de tu madre, ven el cielo día tras día, palmo a palmo. Aunque no comprendas al mundo me comprendes a mí.
¿Qué son el resentimiento, el odio, el amor, el perdón? El resentimiento es frustración y dolor, el odio y el amor son dos opuestos, las dos caras de una misma moneda, son dos maneras de sentir la vida.
Raquel Seltzer
